viernes, 1 de marzo de 2019

Experiencias de aplicación


Si mi maestro vas a ser empieza por conocer, 
no soy un cerebro a llenar sino un ser al que debes amar. 
No digas que mi humanidad está solo en la razón, 
sino también en el poder que habita en el corazón, 
siembra una pedagogía no solo para razonar, 
sino una desde el amor,  que nos invite a corazonar. 

Que nutra de amor la ciencia, que de ternura al pensamiento, 
que haga crecer mi alegría, que reafirme mis sentimientos. 
No disciplines mi cuerpo, mi ser, mi alegría, mis anhelos, 
enciende en mi corazón la luz y el fuego de mis sueños.


No digas que es tu camino, el único que debo andar. 
No me impongas tu fé, tus dogmas, dame alas para volar.

No me digas que es la escuela la que nos enseña a ser, 
reconoce que ya soy, desde antes de nacer.

No quiero que tu me ayudes solo a ganarme la vida,
sino a construir luchando un sentido para vivirla.

No dispares como balas solo a mi cabeza ideas frías, 
siembra en mi corazón solo semillas de vida.

No le hables solo a mi cabeza, lo aprendido se desvanece, 
háblale a mi corazón y verás que ahí permanece.

No digas que solo en los libros está lo que hay que leer, 
de la sabiduría de la vida también yo quiero aprender.


No me enseñes solamente, marcos teóricos y a calcular, 
sino que hay un mundo injusto que debemos transformar.

Dr. Patricio Guerrero






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